Qué es el gluten
El gluten es una familia de proteínas de almacenamiento que se encuentran naturalmente en algunos granos de cereales como el trigo, la cebada y el centeno
Aporta grandes beneficios culinarios y es responsable de la textura suave y masticable característica de muchos alimentos a base de cereales que contienen gluten
Debido a sus propiedades físicas únicas, se utiliza con frecuencia como aditivo para mejorar la textura y favorecer la retención de humedad en multitud de alimentos procesados
Las dietas sin gluten son más populares que nunca y es que, a pesar de que el gluten no supone un riesgo para la mayoría de las personas, hay evidencias de los beneficios que surgen al reducirlo o eliminarlo de nuestra dieta debido a sus propiedades inflamatorias.
Hay personas diagnosticadas con la enfermedad celíaca, pero muchas otras también sufren en mayor o menor medida una sensibilidad al gluten, lo que hace que sufran algunos de los síntomas de intolerancia al gluten.
Diferencia entre enfermedad celíaca e intolerancia al gluten
Enfermedad Celíaca
La enfermedad celíaca es una afección autoinmune grave en la que el sistema inmunitario ataca las células del intestino delgado cuando se ingiere gluten, lo cual provoca una atrofia de las vellosidades intestinales.
A pesar de que existen pruebas sólidas sobre un componente genético, la causa exacta de la enfermedad celíaca sigue siendo poco clara.
Sensibilidad al gluten no celíaca
Este tipo de enfermedad está estrechamente relacionada con la celiaquía. Describe varios síntomas negativos que se resuelven cuando se elimina el gluten de la dieta.
El principal problema de esta enfermedad es la dificultad a la hora de diagnosticarla. En España se estima que más del 10% de la población es sensible al gluten y más del 90% de ellos no la tiene diagnosticada.
Existen varios grados de sensibilidad al gluten y no todo el mundo experimenta el problema con la misma intensidad.
Por ello, adaptar la dieta es clave para conseguir un manejo efectivo y reducir los síntomas
Síntomas de intolerancia al gluten
Pueden manifestarse de manera muy diferente dependiendo de la persona, ya que existen multitud de síntomas distintos y no siempre intuitivos.
Es normal que muchas personas no presenten ningún síntoma obvio, lo que genera que habitualmente la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten no se traten o se diagnostiquen mal.
Los síntomas pueden darse en distintas zonas del cuerpo, dependiendo de la zona los principales síntomas serían:
Cuando se dan en el estómago: diarrea, hinchazón y dolor abdominal, estreñimiento, inflamación del tejido digestivo o gases
En la piel: erupciones, eczemas o inflamación cutánea
Posibles problemas neurológicos: confusión, fatiga, ansiedad, entumecimiento, depresión, falta de concentración
Probióticos para tratar la sensibilidad al gluten no celíaca
Está probado que la administración de algunas cepas probióticas (Bifidobacterium y Lactobacillus) junto con una dieta libre de gluten puede resultar muy efectivo para mejorar el bienestar de las personas que la sufren.
Esto es debido al desequilibrio en la microbiota duodenal que presentan generalmente los celíacos. Las cepas probióticas mencionadas antes tienen la característica de reducir la toxicidad del gluten.
En resumen
Si habitualmente presentas alguno de los síntomas que hemos mencionado antes es muy aconsejable que te hagas una prueba de enfermedad celíaca.
Sin embargo, si a pesar de tener un diagnóstico negativo sigues presentando alguno de estos síntomas, es posible que sufras algún grado de sensibilidad al gluten.
Lo ideal es probar una dieta sin gluten acompañada de un tratamiento con probióticos naturales para recuperar tu microbiota.